jueves, 6 de octubre de 2011

Poema a mi familia de cuatro patas...

Creo también en ti

porque defiendes

tu independencia con garras y colmillos;

porque eres partidario

del respeto absoluto entre tú y yo;

porque lo haces valer como un derecho

y entregas tu amistad con precaución;

porque te gustan

las tinieblas y el sol;

porque juegas con todo

pero tomas tu juego muy en serio.

Creo en ti, porque sabes

espantar mis nostalgias

con el esmero burdo de tu esencia;

porque corres más rápido que yo

pero siempre me esperas;

porque cuando la angustia me ensombrece

me invitas a pasear

y, a cambio de tu nombre,

me regalas toda tu atención

y tu lealtad.

Creo también en ti,

porque no aprendes nunca a obedecer;

porque confías en que yo te siga...

porque crees en mi;

porque frotas mis momentos más negros

hasta obtener de ellos

el brillo de la tranquilidad;

porque acompañas mis naufragios

y conoces la vida en mis desiertos;

porque aquilatas bien

la soledad.

Por todo eso

cuando, al fin del cansancio,

en la puerta

de salida del día

hago un recuento

(para el que bastan los dedos de las manos)

de todo aquello en lo que todavía creo,

siempre apareceis vosotros... Pander y Coco

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